Desde HABITAR
Argentina queremos expresar nuestra defensa inclaudicable a las
organizaciones sociales del país, en un contexto en el que observamos
reiterados episodios de represión y violencia.
La detención de Milagro Sala, fundadora de la
organización barrial Tupac Amaru, la represión a la murga de la villa 1-11-14,
a los trabajadores/as de Cresta Roja y de la Municipalidad de La Plata, junto
al despido de muchos de ellos/as tanto en el ámbito público como privado, el
retiro de la personería jurídica de diferentes organizaciones sociales, el
desalojo del mercado del barrio Rodrigo Bueno y del barrio Nueva Esperanza -aún
con la suspensión dictada por la justicia- , el intento de asesinato de un
militante del Movimiento Popular La Dignidad por haber defendido tomas de
tierra y la creación de un protocolo anti-piquetes, representan algunos de los
casos concretos de una avanzada sobre quienes luchan día a día por construir un
país más justo.
Nos oponemos a la protocolización de la represión, a
la criminalización de la protesta social y al intento de establecer un
procedimiento sobre las tomas de tierra, con el fin de liberar zonas y promover
la violencia interna para legitimar socialmente la erradicación a través del
uso de la fuerza.
Entendemos que de fondo hay una discusión sobre las
formas de producir ciudad de los sectores populares y por eso se lleva a cabo
una intervención focalizada en villas. Sin embargo, notamos con preocupación
que, en cambio, se deja actuar con libertad al mercado en materia de hábitat.
Desde HABITAR
Argentina, estamos convencidos de que son las comunidades las protagonistas
de estos procesos y tienen derecho a elegir cómo y dónde vivir. No obstante,
consideramos que el Estado es el garante del cumplimiento de tal derecho: no
puede existir un hábitat digno y justo para todos/as sin su presencia activa.
De esta manera, creemos que la libertad de hacer y actuar del ámbito privado
por medio del mercado puede favorecer la construcción de ciudades con una gran
cantidad de viviendas, pero invivibles para muchos o de imposible acceso para
las mayorías. Por eso, vemos con estupor la represión hacia los sectores
populares y hacia sus modos de organización para la autoproducción de barrios.
El caso de Milagro Sala es paradigmático y no se
trata sólo de la defensa de una persona, sino de las organizaciones sociales, de
proteger y reivindicar el rol del Estado en apoyo técnico-financiero a los
modos de producción de vivienda de las cooperativas u otras formas asociativas,
para que cualquier comunidad pueda elegir dónde participar y hacer efectivo su
derecho a un hábitat digno.
Exigimos la liberación de Milagro Sala y la
erradicación de cualquier forma de amedrentamiento, persecución,
criminalización y represión contra los sectores populares.
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HABITAR ARGENTINA es un colectivo
conformado por organizaciones, instituciones académicas, movimientos sociales
urbanos y campesinos y legisladores/as, que trabajan con el objeto de generar
un marco normativo y de políticas
públicas para garantizar el derecho a la vivienda, la tierra y al hábitat digno
para todos.
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